domingo, 8 de enero de 2012

Mañana: Café Bar Banca

Al llegar hasta donde se encontraban mi padre y mi hermano me crujieron las tripas. No, no había desayunado, era una comida que me saltaba sin contemplaciones, pues no me gustaba lo dulce, al menos no demasiado, no tanto como para tentarme. Si tuviera todos los días para desayunar un sandwich calentito de pavo y queso sería la mujer mas feliz del mundo, os lo puedo asegurar, y si a eso le añadimos leche entera de la que venden en la Plaza de Lugo, de esa fresca del día ya me pasría feliz y alegre todo el día, por lo que no es de extrañar que con esos pensamientos alegres en mi cabeza una sonrisa se asomara en mi boca y se fuera ensanchando al escuchar a mi padre decir que él tambien tenía hambre. ¡Que casualidad que hubiera un bar justo delante de nosotros, en un edificio digno de mención!. Parecías sumergirte en la historia de la ciudad, cuando ese tipo de arquitectura era la normal.Avanzamos hasta el interior, caliente y muy bien decorado del Café Bar Banca. Pedimos nuestro desayuno (Consistente en café para los adultos, Cacaolat para mi hermano y para mi y un bollo para cada uno) para continuar con fuerza, pues presentiamos que iba a comenzar la parte monumental de la ciudad.
 

Rúa do Castro, Bajo, Nª2, Café Bar Banca

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